En resumidas cuentas, a las primeras versiones de Oro y Plata les costó mucho ver la luz.
Ambos títulos salieron a la venta en noviembre de 1999, lo que significa que tardamos tres años y medio en terminarlos.
Lo cierto es que por aquel entonces teníamos muy pocos programadores. No solo nos pasó con Oro y Plata, también con Rojo y Verde. Contábamos solo con unos cuatro programadores.
La verdad es que son muy pocos. Hacer un juego así con tan pocos programadores sería impensable hoy en día. Por otro lado, la forma en que se producían esos juegos era muy compleja.
Además, aunque el equipo era muy pequeño, éramos muy ambiciosos en lo que se refiere a las opciones que queríamos que tuviera el juego. Creo que ésa puede ser la razón por la que el nacimiento de estos juegos fue tan difícil.
Y entonces, cuando en Game Freak estaban desbordados trabajando en el desarrollo de Oro y Plata, empezamos a plantearnos producir versiones internacionales.
Rojo y Verde se habían convertido en un auténtico fenómeno en Japón, así que nos estaban pidiendo que sacáramos una versión para Estados Unidos, pero trabajar en dicha versión retrasaría el desarrollo de Oro y Plata aún más.
Aunque yo no trabajaba en Nintendo por aquel entonces, no sé por qué, acabé haciendo de intermediario entre Nintendo y vosotros. (Risas)
Es verdad.
En aquella época, yo no trabajaba en Nintendo. Era presidente de HAL Laboratory. También era miembro de la junta directiva de Creatures Inc. y acabé buscando la mejor forma de localizar las versiones estadounidenses de Rojo y Verde. Me entregaron los códigos fuente de Rojo y Verde para que los estudiara y sugiriera al departamento correspondiente de Nintendo formas de localizar los juegos.
También por entonces salió Pokémon Stadium16... 16Pokémon Stadium es un juego que salió a la venta en Japón el uno de agosto de 1998 para la Nintendo 64. Permitía a los jugadores disfrutar de batallas Pokémon en 3D y gestionar el Pokédex. Era compatible con Pokémon Edición Rojo, Verde, Azul y Amarillo.
Sí. (Risas) Decidisteis sacar Pokémon Stadium para la Nintendo 64. Para ello, lo primero que había que hacer era analizar los datos lógicos de las batallas de Rojo y Verde para mandarle los datos a Miyamoto y su equipo. Lo normal es que exista un documento con las especificaciones, pero no teníais nada parecido…
¡Lo siento mucho! (Risas)
¡No, no! ¡No pasa nada! (Risas) Estudiar el programa del sistema de batallas de los Pokémon era parte de mi trabajo.
Yo creé ese programa de batallas y la verdad es que me costó mucho tiempo programarlo. Cuando me enteré de que Iwata había sido capaz de adaptarlo en una semana más o menos y que ya funcionaba... No sé, pensé: "¿Qué clase de presidente tiene esta empresa?". (Risas)
(Risas)
No dejaba de preguntarme: "¿Este tío es un programador o es el presidente?". (Risas)
Para serte sincero, en aquel entonces me dedicaba más a programar que a presidir la empresa. (Risas)
(Risas) Me quedé de piedra cuando me enteré de que habías dominado un programa tan complejo en tan poco tiempo.
Me acuerdo de que pensé que no había mucha gente capaz de leer todo el código fuente de la Game Boy, que por cierto estaba escrito en un lenguaje de programación muy sofisticado, y comprender cómo unas cosas se relacionaban con otras. Total que tú lo analizaste todo, rehiciste el código, decidiste cómo había que localizar Rojo y Verde y conseguiste que el programa de batallas funcionara en la N64... Me quedé patidifuso cuando supe que habías podido hacer todo eso...
Bueno, en aquel entonces, tenía la impresión de que para todo el equipo de Nintendo, lo prioritario era no hacer nada que pudiera retrasar el desarrollo de Oro y Plata, así que de la forma más natural me puse a trabajar en el equipo de desarrollo de los demás proyectos Pokémon.
Además, estaban las herramientas de compresión del código gráfico de Pokémon...
Ah, sí, las herramientas de compresión.
Tuviste la amabilidad de crearlas.
Sí. (Risas) Bueno, Ishihara me había comentado que era un tema que te preocupaba bastante.
En aquel momento, se nos fue un poco la cabeza y no dejábamos de pedirte cosas: "Esta parte no está muy bien, ¿tú crees que podrías arreglarla?". Hay que tener cara para decirle esas cosas al presidente de una empresa… (Risas)
¡Bueno, yo estaba dispuesto a hacer todo lo que estuviera en mi mano! (Risas)
¡Habría sido un desperdicio que hubieras ejercido solo de presidente! (Risas)
(Risas)
Esa oportunidad de hacer una pequeña aportación a Pokémon me hizo darme cuenta de que me gustaba mucho ese software. En fin, a pesar de que el proceso fue duro, al final Oro y Plata salieron a la venta.
Me acuerdo de que cuando Oro y Plata salieron a la venta, sentí como si me hubieran quitado un gran peso de encima. Nuestra meta había sido terminar Oro y Plata durante tanto tiempo, que ahora que por fin habíamos terminado ambos títulos además de Rojo, Azul, etc., sentí que le podía decir a Tajiri: "¡Creo que he cumplido con mi deber!".
Pero resultó que había nuevas metas.
¡Sí! ¡Resultó que había nuevas metas! (Risas) Cuando Oro y Plata salieron al mercado, se vendieron aun más rápido que Rojo y Verde. No podía saltar del tren en marcha a medio camino y decir: "Buen trabajo, chicos. ¡Que os vaya bien de ahora en adelante sin mí!".
Como Oro y Plata tuvieron tantísimo éxito, el número de propuestas para desarrollar productos relacionados que os hicieron aumentó muchísimo.
Sí, y no solamente en Japón. También nos llegaban muchísimas propuestas de Estados Unidos. Las cosas se me empezaron a ir de las manos y llegó un día en que me di cuenta de que una sola persona no era capaz de encargarse de aprobar ese enorme volumen de productos.
No estoy seguro, pero creo que fue más o menos por entonces cuando hiciste una lista de lo que había que hacer para que la saga de Pokémon continuara.
¿Ah, sí?
Pusiste por ejemplo, que era necesario que la serie de dibujos animados continuara, que había que estrenar un largometraje al año y también cómo debían desarrollarse los juegos.
Ah, sí. Tienes razón. Dije que si teníamos un plan completo, podríamos continuar la saga.
Fue en ese instante cuando llegaste a la conclusión de que era necesario crear una organización nueva y fundaste The Pokémon Company.
Es cierto. En aquel entonces, Game Freak estaba a tope de trabajo y no habría podido desarrollar el siguiente título. Era necesario gestionar todas las ramas de la marca registrada y supervisar la concesión de derechos, así que fundé The Pokémon Company.
Yo entré en Nintendo en junio de 2000 y uno de los primeros proyectos en los que participé fue la creación de The Pokémon Company.
¡Así es! (Risas) La primera vez que hablamos de crear The Pokémon Company, yo pensé: "Es imposible hacer esto", porque el número de franquiciados y titulares de derechos de Pokémon había aumentado tantísimo, que pensé que crear una empresa nueva para fusionarlo todo era imposible. Sin embargo, Iwata, fuiste tan amable de coordinarlo todo; y no solo en el mercado japonés, sino en todo el mundo. La verdad es que el valor de tu aportación es inconmensurable... (Risas)
Bueno, como ya he dicho al principio de la entrevista, Ishihara, eres un aliado junto al que he luchado muchos años. (Risas)
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